una miércoles cualquiera diez de la mañana
nos encontramos en la Olavide
¿quedamos a cenar?
¡Pues claro!
entramos en aquel bar
te di tu regalo,
veinte poemas de amor y uno tuyo nada más
no dejabas de dar las gracias
y yo decir que no era nada
pedimos y conforme avanzaba la noche
nos contamos esas cosas que pocos saben
tu me terminabas las frases,asentías
escuchabas con atención
comías picos para no des concentrarte
nuestros ojos descifraban más allá
de los que nuestro labios decían
complicidad, comprensión, empatía
llámalo x...
ha sido un año difícil,
pero no esta en nuestra naturaleza rendirnos
aunque somos de las que vamos de frente y a por todas
necesitamos tiempo renacer, reinventar nos,
reencontrarnos a nosotras mismas...
quizás este encuentro que parezca casual no sea tal
y esta nueva etapa vayamos a recorrerla juntas
si no es así siempre nos quedará
que el azar nos regale noche de cañas y confidencias
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