Escribo en la quietud de la noche
un mar de estrellas brillan por la ventana
tiritan distantes mientras me observan,
otro año más ha pasado
y los que soplo son ya veinticuatro
mas no me importan
los días que tacho en el calendario,
me siento bien, alegre
en paz conmigo misma,
ya nada me duele
bueno,
solo tu ausencia,pero eso no tiene arreglo
quiero decir que aquella antigua herida
por fin ha cerrado
es recuerdo de una batalla
ni ganada ni perdida
simplemente luchada.
Rodeada de amigas
¡ tan distintas todas!
entre risas y alguna copa de vino
brindo por pasar muchos meses
con ellas
pues aunque en ocasiones quisiera mataros
sé que por ellas bajaría al mismísimo infierno
y Dios me lo perdonaría
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