Aquella noche fatal
me metí en la boca del lobo
y al final casi me muerde.
Perdóname tú
el primer beso
que yo quería reservarte
y que ya nunca será tuyo,
no me movió el amor
mas bien el instante, la pasión
el calor de una noche de verano...
da igual la excusa no tengo absolución
el recuerdo me mortifica
cuando pienso en ti
acepto mi castigo
como el reo culpable se rinde a su pena,
podría no darle importancia
pero me he condenado
a darte un segundo lugar
cuando yo quería regalarte el privilegio
no fui capaz de esperarte
aunque juré mil veces que lo haría
me siento vacía con mi inocencia interrumpida
sé que tú indulgencia me quitara la culpa
más no dejo de sentir que te he traicionado
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