Una dulce noche de verano, luna llena
y mil estrellas que tiritan expectantes
un océano cuyo susurro es una canción de cuna
las olas rompen en la arena ahora fría
que se escapa entre mis dedos
como los minutos que quise hacer eternos
la brisa salada es templada
por los vasos de ron y algún que otro cigarrillo
que se encienden con el ardor de los versos que naufragan en esa playa,
flota en el ambiente una especie de hechizo
halo mágico, duende, encanto…
juntos al fin la luna, la brisa, el mar
tu,yo la poesía y nada más
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