lunes, 26 de julio de 2010

Crónica de un sueño cumplido

Una dulce noche de verano, luna llena

y mil estrellas que tiritan expectantes

un océano cuyo susurro es una canción de cuna

las olas rompen en la arena ahora fría

que se escapa entre mis dedos

como los minutos que quise hacer eternos

la brisa salada es templada

por los vasos de ron y algún que otro cigarrillo

que se encienden con el ardor de los versos que naufragan en esa playa,

flota en el ambiente una especie de hechizo

halo mágico, duende, encanto…

juntos al fin la luna, la brisa, el mar

tu,yo la poesía y nada más

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