viernes, 16 de agosto de 2013

Dulces casualidades

Atardecer en una noche veraniega
un concierto donde lo de menos son las letras
y de repente tu...
todo cambia.
El cielo incendiando
parece que hubiera pintado un lienzo,
no paro de observarte
cruzamos un par de miradas fugitivas
que se pierden entre acordes de guitarra...
El rumor de las olas
los pies bajo la arena
y yo creía estar en el cielo,
guarde silencio y no dije nada
quería guardar ese momento para mi
total si nunca volvería a verlo
no tenía sentido soñar quimeras.
Volví a casa feliz
inocente y sin saber
que una serie de dulces casualidades
acababan de empezar

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