domingo, 8 de agosto de 2010

Guerra veraniega

Una noche que olía a polvora
yo llegue primero y preparé el terreno
hice complices y diseñe mi estrategia
tu llegaste ingenuo, pensado que podías derrotarme,
te observé en la distancia y supe que no estabas preparado
el primer asalto fue débil como de broma
cometiste el error de creer que no iba en serio y fuiste un caballero
minutos despues cogimos las balas de verdad
fuego cruzado y tu atónito viste que yo no bajaría la guardia
pasaban las horas y con cada embestida una nueva frustación
en mitad de la noche deciste sacar la artillería pesada
sin saber que yo aún guardaba un as en la manga
humillado decidiste al fin retirarte a lamerte las heridas
a la mañana siguiente bandera blanca y tregua
quedamos para negociar
de nada sirvio la sinceridad ni las metáforas
habías perdido la batalla y tambien la guerra
quise ponerle fin pues no me gusta hacer sufrir
pero te empeñas en conquistar un corazón que no te pertenece

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