Mi pluma ha estado atada,
mi corazón mudo,
no sentía nada, solo indiferencia...
quiero creer que ha despertado
que vuelve a latir vivo,
ayer en la cálida madrugada estival
soñé despierta con aquello que fuimos,
riendo y llorando, sufriendo y festejando
aquella mujer tenía un norte
la de hoy nada inquieta
luchando por no perderse demasiado
quizás el viento sopla
y mis velas están plegadas
quizás no sea propicia la marea
pero ya lo dice el refrán:
" ningún mar en calma
hizo experto al marinero".
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