Huele un poco a cerrado en este blog
pero no he dejado de escribir,
simplemente lo hice en libretas, en nuevas redes sociales,
mi pluma sigue igual de afilada
y mi teclado no para
porque mi mente inquieta y mi corazón sensible
no dan tregua y siguen disparando versos a quemarropa.
Ya soy humanista pues un título así lo acredita
ahora estudio oposiciones de biblioteca
¿ por qué, qué mejor trabajo para una poeta
que ser guardiana de las historias de otro?
Sigo leyendo menos de lo que me gustaría
y mis libros llenan estanterías
también los regalo, los recomiendo
y los presto, porque no hay nada mejor
que regalar, regalarme un libro.
He hecho en estos años muchas nuevas amistades
que han sido protagonistas de mis versos,
también lloré y me partieron el corazón
en una tierra lejana como es Alemania,
pero no pasa nada nacieron nuevos poemas
y las heridas están ya curadas.
Nació el nuevo hombre de mi vida
que tiene tres años y me llama tía Macu
para él estoy escribiendo su historia y la mía
para que sus mamás se la lean o el la lea algún día,
adoro redescubrir el mundo con sus ojos de niño
y contarle historias e inventarlas,
jugar al ataque de la tía leona
y que busque a sus madres, a su abuela para defenderse
porque si la familia es donde todo nace,
a él le encanta leer y la música,
ahora anda loco con los piratas
se llama Ulises y habita una isla Mallorca
que no me deja verlo todo lo que me gustaría
pero bendita tecnología le veo por videollamada
y sus mamás me cuentan de su día a día.
Octubre bonito
que bueno que llegaras al fin
te tenía este año más ganas que nunca,
el día treinta estaré en la mitad de la treintena
y los acojo con gusto,
ya no soy una niñata
pero sigo en la flor de la vida
con más amigos y un poco más sabia,
ya la vida me dio algún palo
pero sigo luchando, llorando y riendo alto
sigo bailando melena al viento
cocinando al ritmo de la música,
y sobre todo sigo en casa con mis padres
a la orilla del mar...
Sigo escribiendo que es lo que mejor sé hacer,
me abrazan fuerte también en la distancia
y eso me anima a no decaer
aunque a veces caiga,
tengo mil manos que me levantan
para volver a fijar la vista en el Cielo
comenzando y recomenzado con la esperanza
de una vida eterna y del paraíso prometido,
sigo viviendo a mi manera sonriendo
porque tengo infinitas razones para ser feliz,
y lo hago agradecida porque Dios
me regala vida cada mañana.